Acerca
de la construcción de conocimiento, y su correlato en la alternancia
Claudia Favit y
Laura Fankhauser
¿Existe
la vida después de la escuela? Históricamente,
desde los inicios de la institución escolar como la conocemos, la escuela era
el lugar del saber, desvinculado de toda emoción y sentimiento que entorpeciera la racional
tarea de aprender. Alguien con autoridad dijo alguna vez “no hay que fiarse de
los sentimientos”, y en consecuencia se intentó
negar toda manifestación emotiva. Hoy sabemos, aunque cueste aceptarlo a veces,
que es el amor la emoción que nos constituye como
seres humanos, que todo argumento racional se funda en premisas no
racionales aceptadas desde la emoción. El hombre detrás de ésta afirmación es
Humberto Maturana, partiendo y compartiendo su pensamiento, nos gustaría
comenzar andar por este camino epistemológico y reflexionar acerca de conocer,
la razón, las personas y sus relaciones, y el amor. Y cómo se conjugan y ponen
en juego en la alternancia hoy, por ejemplo, en la convivencia, en el ámbito educativo o
en la consideración del adulto acerca de los reales intereses de los jóvenes y
las familias respecto a potenciales temas de Plan de Búsqueda.
Tratando de
entender cómo el desarrollo del sistema nervioso tiene que ver con la
convivencia, con el hacer cosas juntos, nos encontramos con el tema del amor
justamente. Entonces, me di cuenta que si es cierto que hablar, usar el
lenguaje, son coordinaciones de haceres, para que eso pase hay que permanecer
juntos. Y para estar juntos hay que disfrutar el estar juntos. La emoción que
hace posible el origen del lenguaje es la que constituye la cercanía, ella es
el amor. El acto de amar tiene que ver con el ver, con el oír, con el estar
presente no solo cognitivamente sino también afectivamente, como dijo León
Tolstoi “todo lo que sé lo sé porque amo”.
El
amor también es un camino para comprender:
Una persona es
amorosa cuando se conduce de modo tal que a través de lo que él o ella hace el
otro surge en su legitimidad en la convivencia con él o ella. Eso ocurre cuando
no hay prejuicios, expectativas, exigencias y presiones desmedidas e invasivas
en la relación. El otro tiene presencia, cuando es legítima su presencia, -no la
presencia impuesta por la jerarquía que emana del lugar de autoridad que ocupa
el docente-, sino cuando no se tiene que disculpar por ser frente al otro. Si
yo no respeto al otro, nunca lo voy a comprender. Esto lo interpretaron
perfectamente los ideólogos de la alternancia, quienes expresaron entre sus
principios el respeto a la personalidad de cada uno, reconocieron que el hombre
se hace en la acción y la necesidad de reflexionar la acción.
El acto de la
reflexión, la pregunta, la búsqueda, requieren amar. Requieren este acto de
moverse en las circunstancias, sin prejuicios, expectativas o exigencias hacia
la realidad. En el proceso de entender se requiere una ciertas actitudes para
comprender, vinculada con la paciencia, la solidaridad, generosidad,
reciprocidad, apertura y tolerancia, capacidad para asombrarse y sentir
curiosidad genuina por lo que se desea buscar. Pero en el mundo actual aparece
la competencia, la ambición, el egoísmo, la vana soberbia, la destrucción del
otro desde la negación radical de su libertad de ser, vivir y amar desde su
identidad. No vivimos en el equilibrio bucólico de la sabiduría expansiva, sino
en el desequilibrio caníbal y reduccionista de la irregularidad globalizada, de
la uniformización de una ignorancia prepotente. Y allí surge esa negación del
amar, desde la necesidad de desconocer, invisibilizar y minimizar al otro como
fundamento del ser. Que no es lo mismo que la negación planteada por Paulo
Freire, el otro es un no yo y en esa alteridad es que vamos humanizándonos,
buscando juntos respuestas a los enigmas que plantea la existencia colectiva,
base y razón de ser de la pedagogía de la alternancia.
Las emociones son
el fundamento de todo hacer, y el hacer es base del saber, esto es un punto
fundamental en la pedagogía de la alternancia, ya que no podemos separarlos,
ahora bien, la persona que hace, ¿piensa?, y la persona que piensa, ¿hace?.
Parecería que la razón y las actividades predominantemente intelectuales se
ubicaran en el imaginario social en un lugar privilegiado, y como fuente casi
exclusiva de producción de conocimiento. Sin embargo, las preguntas son
complejas pero las respuestas son simples, cada uno de nosotros damos
testimonio de estos interrogantes. Por lo cual resulta interesante identificar
cuáles son las preguntas e intereses de los jóvenes con los que planteamos el
plan de Búsqueda, qué es lo que ellos quieren saber. Evitemos caer en la generalidad de que nada
les interesa, porque su realidad como adolescentes no es la misma que la
nuestra, en si ambas realidades son complejas, cambiantes, dinámicas,
imposibles de abarcar en su totalidad. Ahora bien, ¿qué intersecciones,
encrucijadas, puntos de encuentro reconocemos entre sus intereses y los
nuestros?
Si aceptamos de
base que el conocimiento se construye de modos complejos y colectivos, este es
un interrogante de base para crear Planes de Búsqueda.
La comprensión no se da en la argumentación
racional, si no en que yo acepte esa argumentación racional como válida, y eso
depende de aspectos más profundos y no siempre conscientes. El saber y/o
conocimientos están sostenidos por opiniones e ideologías y ésta amalgama
genera imaginarios sociales difíciles de sortear en el plano de la experiencia.
Pensemos algunos casos concretos para ilustrar esto; por ejemplo aceptar la
generalización de que a los jóvenes no les interesa el conocimiento, no quieren
aprender, que los jóvenes del medio rural son beatos y los problemas de
convivencia siempre se explican por la presencia de jóvenes citadinos. Hoy
nuestra realidad educativa, clama por mayor flexibilidad mental y la
democratización del conocimiento. Debe abandonarse la visión unilateral que
define al ser humano por la racionalidad (homo sapiens), la técnica (homo
faber), las actividades utilitarias (homo economicus), las necesidades
obligatorias (homo prosaicus), pues el ser humano es complejo y lleva en sí
caracteres antagónicos. No olvidemos que la realidad es cambiante, no olvidemos
que lo nuevo puede surgir y que, de todos modos, va a surgir, lo que no era
pensable en otro momento se fue volviendo pensable. Pensemos, a propósito de esto,
en algunos emergentes para el Plan de Búsqueda: inclusión, diversidad, belleza,
violencia, orientación sexual, por mencionar algunos.
Somos criaturas sensibles, neuróticas y delirantes al mismo tiempo que racionales, y todo ello constituye el tejido propiamente humano. Nuestro pensamiento solo adquiere vida a la temperatura de su propia destrucción, no se construye de una vez y para siempre, el pensamiento vive en la medida que muere, muta, cambia y se reinventa.
Somos criaturas sensibles, neuróticas y delirantes al mismo tiempo que racionales, y todo ello constituye el tejido propiamente humano. Nuestro pensamiento solo adquiere vida a la temperatura de su propia destrucción, no se construye de una vez y para siempre, el pensamiento vive en la medida que muere, muta, cambia y se reinventa.
La complejidad rige y controla
nuestro pensamiento, esta afirmación es válida también para los jóvenes con los
que trabajamos. El pensamiento complejo es un pensamiento que relaciona, que
está tejido en conjunto, religa, por consiguiente se opone al aislamiento de
los objetos de conocimiento, los restituye a su contexto. Sólo conocemos una
delgada película de la realidad y es coproducida a su vez, por el espíritu
humano, con ayuda de la imaginación. Lo real y lo imaginario se entretejen y
forman el complexus de nuestro ser y nuestra vida, la realidad humana es semi
imaginaria, por esto es vital interpelarla, preguntarnos acerca de ella. Pensar
la unidad en la diversidad, reconocer lo complejo y las relaciones
multidimensionales es justamente una de las finalidades del Plan de Búsqueda.
Todo lo real es ineludiblemente
complejo, por lo tanto el Plan de Búsqueda necesariamente debe considerar dos
caminos complementarios:
La implicancia subjetiva de las
personas con el mundo y los saberes, ya que somos al mismo tiempo: individuo,
sociedad y especie y el desafío consiste en reformular lo complejo para
combatir la división y la simplificación del pensamiento, la complejidad no es
un concepto teórico es un hecho de la vida, que parte del deseo de saber –
quien soy yo?, quienes somos nosotros?, en qué mundo queremos vivir?- para esto
necesitamos dejar de concebirnos como amos, e incluso pastores de la naturaleza
y el conocimiento. Necesitamos comprender que la cooperación es nuestra regla
primordial de supervivencia.
El tratamiento del conocimiento debe
ser holístico, puesto que cuanto menos mutilador sea un pensamiento, menos
mutilará a los seres humanos. Unir no es una palabra clave, sino una idea
madre. El conocimiento que une es el conocimiento complejo. La ética que une es
la ética de la fraternidad. La política que une es la política que sabe que la
solidaridad es vital para el desarrollo de la complejidad social y el avance
del conocimiento. Todo lo real es ineludiblemente complejo, lo multidimensional
surge como recurso para asumir lo incierto y descubrir su lógica íntima. La
vida es tensión, el error no es un fracaso de la inteligencia sino un
ingrediente nutritivo de todo descubrimiento.
La innovación nos provoca cierta
desorganización, la inestabilidad es el sostén de la verdadera sabiduría. El
mundo de la vida incluye y tolera muchos más desordenes que el mundo de la
escuela, mundos contradictoriamente divididos pues hay vida en la escuela, la
escuela es un lugar de vida y para la vida. El conocimiento completo resulta
imposible, debe ser multidimensional, elástico, la aventura de pensar esta
siempre amenazada por la tentación de simplificar – en un cuestionario, un
informe escrito, una puesta en común- no podemos creernos en el seno de un
universo fijo y eterno. Lo que sí es seguro es que estamos inmersos en él, le
pertenecemos y nos pertenece.
Conocer no es simplificar o
clasificar, sino negociar, trabajar, inventar, discutir, amar, pelearse con lo
desconocido, haciendo que toda solución a un problema produzca una nueva
pregunta y que toda pregunta abra gamas cada vez más complejas, que es sino
este el espíritu y la magia del plan de búsqueda.
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA:
AAVV (1974) Otra escuela en América Latina. Avellaneda: Ed. Dapher.
FREIRE,P (1996) El grito manso. Siglo XXI
GRINBERG, MIGUEL (2002) Edgar Morin y el pensamiento complejo. Campo
de idas Madrid
MORIN, EDGAR (1999) Los siete saberes necesarios para la educación
del futuro. Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura Francia.Para seguir pensando proponemos:
- Responder los interrogantes presentes en el texto, explícitos o implícitos.
- ¿Qué preguntas y/o inquietudes nos surgen a partir de ésta lectura?
Hola, Hola esta bueno este blog ya q no pude participar en el curso ya q no pude presenciarlo esta bueno q publiqué material para leer
ResponderEliminarNo solo leer sino no también poner en practica los conceptos.
EliminarHola, Hola esta bueno este blog ya q no pude participar en el curso ya q no pude presenciarlo esta bueno q publiqué material para leer
ResponderEliminarHola Daniela, nos alegra saber que te interesa el material publicado, a pesar de no estar haciendo el curso, podes comentar al respecto si así lo deseas, saludos
EliminarLaura
Me gustó mucho el material, sobre todo la reflexión que hace sobre "la pregunta y la búsqueda requieren amar"... No podremos pensar en la búsqueda de cada uno de nuestros alumnos si no nos interesamos por ellos, y el interés genuino solo proviene del amor. El amor a los demás, a nosotros mismos y a nuestra profesión.
ResponderEliminarParticularmente me resulto muy interesante el material, ya que toca varios aspectos en nuestro quehacer cotidiano, y voy a evocar una parte del texto que me gusto mucho para realizar esta reflexion: "El otro tiene presencia, cuando es legítima su presencia, -no la presencia impuesta por la jerarquía que emana del lugar de autoridad que ocupa el docente-, sino cuando no se tiene que disculpar por ser frente al otro. Si yo no respeto al otro, nunca lo voy a comprender". En nuestro quehacer educativo en preciso poder ver al otro, atendiendo y respetando sus puntos de vista, expectativas, interpelarnos frente a las situaciones diarias que ciertas veces requieren de una reflexión mas profunda.
ResponderEliminar"La innovación nos provoca cierta desorganización, la inestabilidad es el sostén de la verdadera sabiduría. El mundo de la vida incluye y tolera muchos más desordenes que el mundo de la escuela, mundos contradictoriamente divididos pues hay vida en la escuela, la escuela es un lugar de vida y para la vida. El conocimiento completo resulta imposible, debe ser multidimensional, elástico, la aventura de pensar esta siempre amenazada por la tentación de simplificar – en un cuestionario, un informe escrito, una puesta en común- no podemos creernos en el seno de un universo fijo y eterno. Lo que sí es seguro es que estamos inmersos en él, le pertenecemos y nos pertenece.
ResponderEliminarConocer no es simplificar o clasificar, sino negociar, trabajar, inventar, discutir, amar, pelearse con lo desconocido, haciendo que toda solución a un problema produzca una nueva pregunta y que toda pregunta abra gamas cada vez más complejas, que es sino este el espíritu y la magia del plan de búsqueda."
RESCATO ESTOS PARRAFOS, SON LA ESCENCIA DEL PLAN DE BÚSQUEDA Y COMO DICE CLARAMENTE, LA SOLUCIÓN A UN PROBLEMA-PREGUNTA, TRAE CONSIGO APAREJADO NUEVAS PREGUNTAS.
"LA VIDA COTIDIANA ES UN PLAN DE BUSQUEDA"
Me resulto muy interesante y productivo el material; rescato lo que me resulto mas significante de la lectura y análisis del mismo, como esto de La Pregunta y la Búsqueda Constante, donde siempre se "Requiere Amar", no podemos pensar la Educación de nuestros alumnos sino amamos eso; y sobre todo pensar en ese alumno al cual es necesario ver como un legitimo otro que nos despierta el interés mas mas genuino que solo parte, se forma y desarrolla a través del AMOR.
ResponderEliminarCabe mencionar esto que también nos convoca a reflexionar y que tiene que ver con el Respeto por y hacia el otro, punto principal en nuestra practica docente y en nuestras escuelas, ya que debemos tener presente siempre esto de pensar en el otro y en que medida lo hacemos o no; o desde que posición lo hacemos.
Para concluir: Conocer no es simplificar o clasificar, sino negociar, trabajar, inventar, discutir, amar, pelearse con lo desconocido, haciendo que toda solución a un problema produzca una nueva pregunta y que toda pregunta abra gamas cada vez más complejas, que es sino este el espíritu y la magia del plan de búsqueda.
¿Existe la vida después de la escuela?. Los que tenemos el gusto de compartir ésta pedagogía seguro que coincidimos en que la escuela es parte de la vida, ella es vida. Y por ello, en ella, existen los sentimientos y nosotros- en primer lugar los que idearon éste sistema- lo tenemos presente. Las emociones son el fundamento de todo hacer, y el hacer es base del saber.
ResponderEliminarPersonalmente, coincido en que el AMOR es fundamental y con él el RESPETO. Si no tengo amor y respeto por el otro, difícilmente puedo comprenderlo, aprender con él y construir una buena convivencia.
Después de leer y releer el texto me parece bueno transcribir este párrafo: "La complejidad rige y controla nuestro pensamiento, ésta afirmación es válida también para los jóvenes con los que trabajamos. El pensamiento complejo es un pensamiento que relaciona, que está tejido en conjunto, religa,´por consiguiente se opone al aislamiento de los objetos de conocimiento, los restituye a su contexto. Sólo conocemos una delgada película de la realidad y es coproducida a su vez, por el espíritu humano, con ayuda de la imaginación. Lo real y lo imaginario se entretejen y forman el complexus de nuestro ser y nuestra vida, la realidad humana es semi imaginaria, por esto es vital interpelarla, preguntarnos acerca de ella. Pensar la unidad en la diversidad, reconocer lo complejo y las relaciones multidimensionales es justamente una de las finalidades del Plan de Búsqueda."
Me gusto mucho este material, ya que nos llama a la reflexión desde varios puntos de vista, de no quedarnos con ideas marcadas, de no generalizar una problemática, de empezar a dar para recibir, de amar para comprender y como dice el texto " Conocer no es simplificar o clasificar, sino negociar, trabajar, inventar, discutir, amar, pelearse con lo desconocido, haciendo que toda solución a un problema produzca una nueva pregunta y que toda pregunta abra gamas cada vez más complejas, que es sino este el espíritu y la magia del plan de búsqueda"
ResponderEliminar¿Existe la vida después de la escuela? Si existe, la vida es una escuela permanente y en la EFA educamos para la vida y la vida nos educa, esa vida después de la escuela nos interpela y trabajamos para analizarla, y que nuestros alumnos puedan vivirla de la mejor manera.
ResponderEliminarCon respecto a los temas de plan de búsqueda sobre sus intereses y los nuestros: los alumnos quiere conocer y explorar los temas de moda o actuales de su etapa, los cuales los docentes los trabajamos pero también nuestro interés es que puedan conocer su historia, el pasado, sus raíces y es ahí donde no coincidimos.
Tenemos que salir de la cotidiano e ir a la inestabilidad para descubrir la magia del plan de búsqueda.
Pablo Sponton, Valeria Romanutti y Celeste Cian
Creemos que, como dice el texto, "el amor también es un camino para comprender", todo aprendizaje esta sustentado en una emoción, y nos podemos dar cuenta de esto si recurrimos a nuestras experiencias de vida. Veremos que detrás de cada emoción fuerte siempre hubo un aprendizaje.
ResponderEliminarPor esto es que debemos cargar de sentido lo que enseñamos, y trabajar el Plan de Búsqueda desde esta mirada, teniendo en cuenta los intereses de los alumnos, pero también guiándolos por otros senderos que despierten su curiosidad.
Debemos innovar en nuestras prácticas lo cual genera un desequilibrio para nosotros y de la misma forma al cambiar las rutinas esto va a producir desequilibrio en el alumno, lo cual conlleva a un aprendizaje para ambos.
Siempre nos gusta recurrir a una frase de Einstein que va de la mano con el tema tratado: "La educación es lo que queda tras haber olvidado todo lo que se nos enseñó".
Ramiro Driussi, Jesica Fernández.
Me quedo pensando en este parrafo ..."El acto de la reflexión, la pregunta, la búsqueda, requieren amar. Requieren este acto de moverse en las circunstancias, sin prejuicios, expectativas o exigencias hacia la realidad. En el proceso de entender se requiere una ciertas actitudes para comprender, vinculada con la paciencia, la solidaridad, generosidad, reciprocidad, apertura y tolerancia, capacidad para asombrarse y sentir curiosidad genuina por lo que se desea buscar"
ResponderEliminarEntendemos que el conocimiento se construye entre todos, este es un interrogante de base para crear un plan de busqueda, muchas veces cuesta aceptar la participacion de los demas. Nos planteamos ¿como hacer para que el plan de busqueda sea una pregunta y una respuesta permanente para los jovenes, comunidad, familia, etc?
ResponderEliminarQue no sea un simple cuestionario y culmine en una puesta en común.
El párrafo que nos llamó la atención y que a nuestro criterio nos parece que contiene dos interrogantes interesantes es la siguiente:
ResponderEliminar"Las emociones son el fundamento de todo hacer, y el hacer es base del saber, esto es un punto fundamental en la pedagogía de la alternancia, ya que no podemos separarlos, ahora bien, la persona que hace, ¿piensa?, y la persona que piensa, ¿hace?".
Estas preguntas tienen sus respuestas en nuestro interior, muchas veces nos confundimos pensando de que siempre que se piensa se hace y no es así. Intentemos pensar y hacer en relación a los intereses de nuestros alumnos y no al nuestro. Si pensamos en y por nosotros de seguro caeremos en la comodidad de siempre, considerando de que a los jóvenes no les interesa, cuando en realidad somos nosotros quienes muchas veces no queremos reconocer que tenemos realidades diferentes. Dejemos que nuestras emociones nos muevan, nos aconsejen y nos lleven a hacer. Resaltamos: "El hacer es la base del saber".
Saucedo, Cintia;
Moreyra, Natalia;
Acosta, Andrea.