miércoles, 7 de junio de 2017

TRAYECTO DE FORMACIÓN DOCENTE: La educación en Alternancia. 2017

ISPI 9204 “Centro Formación de Monitores”- TRAYECTO DE FORMACIÓN DOCENTE: La educación en Alternancia. 2017


Los principios y pilares de la pedagogía de la alternancia son el punto de partida de nuestra metodología, que llevamos a la práctica a través de los instrumentos. En sucesivos encuentros durante 2016 abordamos lo Metodológico como construcción; recordando esta etapa les proponemos ejercitar la lectura y escritura, que este año son el eje de la formación docente situada, a través del cuaderno de la realidad, a efectos de vivenciarlo y mejorar nuestras capacidades.

Actividad:
Instrucciones para registrar la realidad
1.      Preámbulo a las instrucciones: Cuando nos regalan un cuaderno, nos dan un pequeño infierno blanco, una cadena de palabras, un calabozo de sentidos ignorados… no te dan solamente un cuaderno, te dan un objeto que se apropia de tu mano y coloniza tus tiempos, no te hacen un regalo, sino un instrumento que esperan que te dure, que te inspire, que te haga Cortázar; no te obsequian solamente ese pequeño cuadrado de papel y tapa colorida que pondrás en tu portafolios y pasearás contigo. Te regalan – no lo saben, lo terrible es que no lo saben- un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo, pero no es tu cuerpo. Te regalan la necesidad de abrirlo todos los días, la obligación de escribirle para que siga siendo un cuaderno; te regalan la obsesión de atender reglas gramaticales, de sintaxis y de semántica. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y las letras se escapen. Te regalan su marca y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu cuaderno con el de los demás. No te regalan un cuaderno, tú eres el regalado, a ti te ofrecen como ofrenda para el cuaderno[1].

2.      Al final de su portafolio, está su cuaderno, tómelo, no tenga miedo. Sujételo con ambas manos y colóquelo sobre una superficie cómoda, en un lugar agradable, donde sienta el calor del sol otoñal y la inspiración por hacer correr ríos de tinta en las hojas del cuaderno. Tome la birome, pluma o lápiz;  con dos dedos de la mano que usa para escribir, remóntela suavemente e imprima en las hojas las ideas que fluyen a través de signos y grafemas. Ellos se despliegan por sus hojas cual barcas que corren regatas por piélagos de imaginación, cual caballos desbocados por llegar a la salida, brotando de ellos aire, brisas de la tierra, sombras blancas y perfumes. Repita esta acción tres veces por semana, dejándola salir en libertad. Después de días de práctica, las palabras fluyen en libertad, imítelo anhelante y dé  rienda suelta al registro de su realidad.

3.      Siguiendo estas instrucciones al pié de la letra – literalmente- revisen todo lo escrito durante una semana. Identifiquen aspectos o cuestiones vinculadas a la lectura y escritura, que les interese observar con más detenimiento, o que se reitere entre sus páginas. Abórdenlo realizando una narración, descripción o un relato que dejarán asentada en el mismo cuaderno.

Para salir del agujero interior, poner el cuerpo y el bocho en acción, comparta su cuaderno de registro con un colega y/o tutor de su preferencia, explicitando con él los criterios de intercambio – solo lectura-. 



[1] Adaptado de CORTAZAR, Julio (1962) “Instrucciones para dar cuerda un reloj”. En  Historias de cronopios y de famas. Buenos Aires. Ed. Minotauro